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Cultivadores

Los cultivadores denominan con nombre genérico un conjunto de aperos y máquinas agrícolas provistos de brazos, que en sus extremos llevan rejas, arados, escardadores y otros complementos muy diversos que cumplen diferentes funciones. Entre ellas se pueden mencionar la labranza vertical superficial, la eliminación de malezas, los cuidados y mantenimiento de los cultivos en hileras, etcétera. En la mayoría de los casos las rejas son intercambiables, de modo que una misma máquina puede realizar las tareas de los distintos tipos de cultivadores con sólo cambiar de reja. En algunos casos los brazos van provistos de zafes que permiten levantar la reja cuando se encuentran con una resistencia muy superior como por ejemplo raíces leñosas, piedras, etcétera evitando su rotura. La profundidad de trabajo puede ser regulada por el operador.

Aunque los cultivadores se asemejan a los arados clásicos o arados cincel, la principal diferencia es que los arados cincel trabajan a más profundidad para el volteo de la tierra, mientras que los cultivadores trabajan de forma casi superficial ya que se limitan a tareas de mantenimiento del terreno. Tanto los cultivadores como los arados son herramientas que se dedican a la labranza, que es la operación agrícola consistente en trazar surcos más o menos profundos en la tierra con una herramienta de mano, asistidas o automotrices.

También existen vibrocultivadores para trabajos muy especializados. El vibrocultivador es una máquina que realiza una labranza vertical superficial mediante dientes vibratorios que consiguen el desmenuzamiento de terrones del suelo, su nivelación después de una labranza primaria y eliminación de malezas si las hay. Al igual que el arado de cincel, realiza una labranza vertical, pero a mucha menor profundidad que como máximo se encuentra entre 12 y 15 centímetros. Con la grada o rastra de dientes se distingue por sus dientes vibratorios en lugar de los rígidos de aquélla. Los vibrocultivadores vienen en anchos de trabajo de 2,5 a 11 metros. Requieren una potencia de 18 a 22 CV por cada metro de ancho de trabajo (entre 13 y 16 kW/m).

Los tipos de cultivadores son variados en función del trabajo a realizar sobre el terreno. Sus medidas de ancho de trabajo (entre 4 y 20 metros) y los elementos que incluye (rastrillos, cilindros, cuchillas, rejas…) son también muy distintos. Estos son algunos de los tipos de cultivadores:

• Carpidor o aporcador: cultivador provisto de rejas anchas que arrojan la tierra a ambos lados. Son como dos pequeños cuerpos de arado que aporcan la tierra hacia la derecha e izquierda dejando un pequeño surco. Se usan en cultivos en hileras como el maíz, la soja, etc. para arrimar tierra a las plantas en crecimiento y eliminar malezas que crecen entre hileras.
• Escardillo: cultivador con rejas menos anchas que el aporcador cuya finalidad es la eliminación de malezas que crecen entre hileras de los cultivos, y no la acercar tierra al cultivo como el carpidor. Es la tarea que antes se realizaba manualmente con azadas.
• Escarificador: es un cultivador provisto de robustas rejas angostas alargadas para realizar una labranza secundaria vertical que disgregue un suelo excesivamente compactado después de la labranza primaria. Trabaja a una profundidad no mayor de unos 15 cm.
• Cavadora: similar al escarificador, pero de rejas algo más anchas para ser usadas en suelos con abundantes residuos vegetales.
• Extirpador: cultivador con rejas de alas anchas planas, llamadas también cola de golondrina o pie de pato, que operan en sentido horizontal bajo la tierra cortando las raíces de las malezas. De esta forma se evita la remoción de la tierra. Esto es particularmente importante cuando existe peligro de erosión del suelo.

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