Anuncios de tractores

Los tractores son vehículos de alta potencia diseñados para remolcar, cargar o empujar maquinaria o accesorios para su uso en los sectores de la agricultura y la construcción. Diseñados inicialmente para ayudar en el trabajo del granjero, el tractor se ha desarrollado enormemente hasta convertirse en una pieza fundamental en obras, granjas y en cualquier necesidad agropecuaria que requiera funciones de maquinaria pesada. Aprovechando la fuerza de su motor, se han construido innumerables implementos y accesorios que pueden convertir al tractor en casi cualquier máquina especializada.

Generalmente existen dos tipos principales de tractores; los que poseen ruedas y los que poseen orugas. Los modelos con neumáticos, los más numerosos, son tractores de uso múltiple diseñados especialmente para su empleo en cultivos. La mayoría están equipados con ruedas y se adaptan al tamaño del pasillo de la zona de la cosecha. Los tractores también se emplean en campo abierto para siembra o preparación de terreno; si el terreno debe ser cuidado especialmente, los tractores pueden llevar dos ejes pero con doble neumático de ancho especial, con lo que se reduce la presión sobre el suelo. Los tractores también pueden cuidar el terreno que pisan llevando cadenas de caucho y cinco o más ejes tensados por una rueda superior. Con ello se reparte completamente el peso del vehículo haciendo unas rodadas muy livianas.

Pero la mayoría de los tractores con orugas las emplean de material metálico para manejarse sin dificultad por terrenos no preparados y por obras. Por esta razón las obras y los movimientos de tierras o la construcción emplean tractores sobre orugas o buldóceres. En general, el uso de los tractores ha posibilitado el disminuir sustancialmente la mano de obra empleada en el trabajo agrícola, así como la mecanización de tareas de carga y de tracción que tradicionalmente se realizaban con el esfuerzo de animales como asnos, bueyes o mulas.

Los tractores de uso agrícola se pueden diferenciar por su tamaño y su uso: hay tractores de uso general pequeños y maniobrables, tractores de campo más grandes en modelos de transmisión a dos ruedas o de transmisión a las cuatro ruedas, y tractores de huerta y de viñedo, con formas adaptadas a los estrechos pasillos de estas explotaciones.

Los primeros tractores que se desarrollaron estaban propulsados a vapor; aunque la fecha exacta de su primera aparición en el trabajo agrícola es discutible, se acepta que su introducción fue en el año 1868, otras fuentes señalan que los primeros intentos de poner en marcha un arado con propulsión a vapor ya se realizaron en los años 1830s. De cualquier modo, estos primeros modelos fueron considerados primitivos, demasiado grandes e incómodos y, sobre todo, no ofrecían auto-propulsión sino fuerza para los distintos aperos. Los tractores no se volvieron populares o máquinas fiables hasta que Nickolaus August Otto inventó el primer motor a gasolina de cuatro tiempos en 1885. Esto permitió un motor más ligero, compacto, y asequible.

Los tractores pequeños, también llamados “arados a motor,” comenzaron a trabajar en las granjas de los Estados Unidos en 1910. Consistieron en dos ruedas y un motor, al cual se añadían implementos tirados por caballos. Estos tractores eran asequibles, aunque poco potentes. En los años 30 del siglo pasado los tractores ya eran baratos, simples y fiables y se desarrollaron todo tipo de implementos mecanizados para hacer una u otra tarea. Las mejores constantes de la mecánica, la incorporación de cadenas de caucho o la introducción de la electrónica como asistente esencial han sido los últimos avances de estos vehículos.

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