Los rodillos sobre neumáticos o compactadores de neumáticos son máquinas automotrices que se pueden lastrar, cuyo elemento compactador son una o dos filas de neumáticos de caucho semi-macizo de alta resistencia o macizos del todo. Su uso se destina, principalmente aunque no en exclusiva, para la compactación de mezclas asfálticas o bituminosas –ya sean en frío o en caliente- para carreteras o pistas. La mejora técnica de fabricación y vulcanización de los neumáticos ha permitido su aplicación para estas tareas. Las principales ventajas de estas máquinas es que son equipos muy versátiles, que se desplazan con facilidad dentro y fuera de la obra, a diferencia de los rodillos metálicos. Esto los convierte en unas máquinas muy utilizadas en la compactación de una amplia gama de suelos, bases y subbases de firmes, en capas de aglomerado bituminoso y en tratamientos superficiales.

También existen modelos con ruedas oscilantes que se emplean sobre subsuelos, material granular o mezclas en frío con el objetivo de crear una densidad adicional y encontrar zonas débiles para que puedan repararse antes de pavimentar de forma definitiva. Los rodillos de neumáticos se utilizan también para mezclar asfalto en caliente en las fases iniciales de fractura e intermedia con el fin de aumentar la densidad y sellar la superficie del aglomerado. Una actividad que sólo pueden realizar con efectividad las compactadoras basadas en neumáticos y no un rodillo metálico ni de vibración.

Cuanto más ligeros son los modelos de rodillos sobre neumáticos, más crean una unión hermética cuando se aplican a superficies de sellado con asfalto y áridos finos. Es fáciladaptar la presión de contacto con el suelo según el trabajo. Los rodillos sobre neumáticos cuentan con depósitos de lastre fáciles de llenar. Algunos modelos antiguios se pueden lastrar con líquidos, pero lo habitual son las configuraciones de lastre con chapas o piezas de acero modulares.

También existen varias configuraciones de neumáticos; normalmente el tren delantero lleva cuatro neumáticos, aunque también hay modelos de seis o siete neumáticos para aumentar el ancho de vía trabajada. En todo caso, si delante hay cuatro neumáticos, atrás hay tres, si delante hay cinco, detrás son cuatro, porque en todos los casos el tren trasero completa los huecos dejados por los espacios entre neumáticos del tren delantero. De esta forma, el acabado de la superficie es tan liso como los hace el rodillo metálico más pesado y también lo deja más aplastado que éste por las virtudes de aplastamiento de un material de caucho frente a uno rígido.

La manera en la que trabajan los rodillos sobre neumáticos es el llamado efecto de amasamiento y sellado, lo que es de suma importancia para superficies bituminosas. Los rodillos con ruedas se emplean también sobre suelos de asfalto y áridos de grava fina o arena, lo que quiere decir que las máquinas son muy flexibles.

Los modelos de neumáticos no macizos pueden ajustar desde la cabina la presión de aire con la que trabajan, por lo que el efecto de amasamiento puede variar en función de las necesidades o las condiciones del material que se acomete. Estas funciones, además de otras como la inclinación de los neumáticos, se realizan hoy cómodamente desde el puesto del conductor y sin necesidad de abandonar la cabina.

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